Lo demás está demás.

Como cuentes la historia
no es noticia primordial.
Desde que pronunciaron
la primera mentira,
descubrí el puñal en tus manos
que colgaba en versos, 
en horribles pensamientos
que poco a poco degollaron 
la ternura que un día
brindaron mi corazón.

¿Qué me ofreciste? 
Bueno, aquí la lista es confusa...
pero algo que jamás fue mentira
¡yo te quería demás!
El resentimiento hizo gala
en mi cuerpo,
en mi mente,
motivo del cual viví.
Todos hicieron ARTE
de un noble corazón,
que si bien
o que si mal
la malicia no existía
de este fatidico día,
el día en que te conocí.
Ahora desde lejos
nada asombra,
que si el diablo me saluda,
a comisión va el abrazo
devolviendo,
lo que con cinismo
de ustedes lo aprendí.
Todavía es la hora,
que me pregunto:
¿Porque a mi?
Necesitaban publicaciones,
también algo muy especial
que con mis manos les di.
A cambio recibí la burla,
la mentira, la deshonra
pues no sé desviste un cuerpo
sino hay amor de verdad.

No importa, ahora no importa.
Aprendí a desvestirme el alma
que junto al cuerpo está demás.
En cualquier pieza de casa
me despojo de mi ropa,
me remuevo el maquillaje
total! todo eso está demás.
Pobre chica que en sus caminos
la envuelvan en sus canciones,
en versos mal logrados,
porque aquel que no lleva
en su corazón lo sustancial,
lo inato, lo verdadero,
alza sus ojos al cielo
negando hasta el vientre, 
el vientre que lo creó.

Fíjate, y yo que te creí buen hombre
que hasta mi corazón te lo di.

No tenía en mi pecho la maldad,
pensé que tenía unos buenos amigos,
un amor algo platonico 
pero amor de verdad.
Bueno, así yo lo sentí.

¿Cómo daña la mentira?

¿Cómo el mismo ser humano
lástima a otro ser humano?

No creo en NADIE.
Imagínate que sólo en dos ocasiones
de mis labios divulgue,
lo que no debí pronunciar,
NADIE creyó la versión,
al siquiatra fui a parar,
tres boletas están demás.

En su loco manicomio
ni siquiera a mi
tenían que involucrarme
lo que era totalmente desconocido
lo que llaman ustedes el gran ARTE.
"Entretenimiento".

Perdí el valor de algunos seres humanos,
algunos que les creí,
ni siquiera la tecnología me asombra,
la radio, la internet,
la televisión,
a mi alma no se alojan
ni siquiera hacen fiesta.
La prensa hablada o la escrita
no fijo mi mirada
porque mi cerebro
sólo capta lo que contigo ya vi.
Aprendí a ignorar
lo que un día
de su teclado aprendí.

No busco rostros,
ni buena ni mala ortografía,
ni número asignado,
entro a las redes sociales
por desahogo a mi alma,
...lo demás está demás.

 
Autora: Aventuras DIris